Remedios Martín  Álvarez: "Necesitamos un nuevo modelo de Atención Primaria con cambios de calado"

Los pasados días 28 y 29 de octubre, la semFYC celebró en Aracena (Huelva) sus VI Jornadas de Medicina Rural. Durante este evento, la presidenta de la semFYC, Remedios Martín, pronunció un discurso que puso en valor el papel de las y los médicos del ámbito rural, así como la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. También destacó los retos a los que se enfrentan los profesionales de la Atención Primaria y la necesaria colaboración de las administraciones para impulsar y fortalecer este nivel asistencial. Lo recordamos a continuación.



Los médicos y médicas de familia somos profesionales con un alto valor ético, y comprometidos con las personas y la comunidad. Esto es lo que nos define como colectivo.



Como dice Verónica Casado —nuestra médico 5 estrellas—, los médicos y médicas de familia somos una de las herramientas más sofisticadas al servicio de la población. Puede que digan que no utilizamos técnicas o terapias de última generación, ni es fácil medir o cuantificar nuestro trabajo —como decía Daniel Prados, no tenemos un “familiógrafo”—, y esto nos hace invisibles en muchas ocasiones.



Sin embargo, los pacientes saben de nuestra dedicación, nos conocen, y para ellos tener un médico o médica de familia es una tranquilidad. Nosotros lo sabemos. De ahí el lema de estas jornadas: "Rurales, cerca de todos!".



Estamos muy bien formados. Nuestro sistema de formación posgrado, la formación vía MIR, asegura que los médicos y médicas adquieran las competencias necesarias para dar una atención sanitaria de calidad a los pacientes, a toda la ciudadanía.



Nuestra especialidad, la más completa de todas, nos permite abordar las situaciones clínicas con una atención centrada en el paciente y sus problemas, con un abordaje más allá del mero síntoma o problema clínico, con la visión holística que nos da el habernos formado en un amplio abanico de competencias. Esto facilita que los médicos y médicas de familia, allí donde desarrollen su actividad, desempeñen su trabajo con los conocimientos que aseguran una asistencia de calidad.



Vosotros y vosotras trabajáis en el medio rural, y como dice Teresa Méndez, coordinadora del Grupo de Trabajo de Medicina Rural de la semFYC, potenciáis el respeto a la esencia y localismos de los pueblos a los que asistís.



Como profesionales de la Medicina Familiar y Comunitaria, somos diamantes con muchas aristas. Nos formamos y formamos a nuestros residentes para la excelencia.  Somos pluripotenciales, como decimos en la Junta Permanente, y hemos de seguir impregnando todo el territorio con nuestras competencias y asegurar la calidad del Sistema Nacional de Salud.



En este momento, después de una pandemia, con un sistema sanitario ya en tensión previamente, con una previsión de jubilaciones que no ha sido atendida, ni planificada, nos encontramos ahora con una Atención Primaria con las costuras a punto de romperse… ¡Y eso no lo podemos permitir!



Hemos de aunar fuerzas entre todos y todas para rebajar esta tensión, recuperar el entusiasmo —como decía Salvador Tranche—, allí donde estemos, en los barrios, en la zona rural, en la España vaciada. Necesitamos sumar esfuerzos para devolver a los pacientes, a las personas, el valor de la Atención Primaria. Pero para ello no podemos seguir igual que hasta ahora. Tenemos que innovar. Se necesita un nuevo modelo con cambios de calado.



Hace falta una Atención Primaria basada en la excelencia. Una Atención Primaria con una gestión de valor y con una organización en la que cada profesional realice las tareas para las que esté más capacitado. El principio de subsidiaridad ha de ser la base organizativa que asegurará la adecuada respuesta a las demandas o necesidades de los pacientes, de los ciudadanos y ciudadanas.



Se tiene que innovar para que el sistema sea sostenible, y en los entornos en los que el sistema tenga dificultades, se han de buscar las alternativas más adecuadas, que pueden ser cambiantes, para asegurar la calidad de la atención. Los médicos y médicas de familia, y las enfermeras de Atención Primaria somos profesionales con alta cualificación y esto se ha de preservar.



Asegurar una correcta atención pasa por modelos organizativos diferentes, no solo dentro de los equipos de Atención Primaria, sino también a nivel de estructura y de organización territorial.



Los principios básicos que nos deben guiar son: calidad asistencial, prestigio de la especialidad  y cuidado de los profesionales. Para ello todos hemos de trabajar al unísono.



Hemos de recuperar la atención centrada en el paciente, en sus necesidades, en sus cuidados, con actos clínicos de valor. Y dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía en clave comunitaria. En este sentido, ha llegado el momento de la implicación de todos en la educación para la salud, en las actividades preventivas y en el abordaje comunitario.



Ya llevamos más de 40 años de especialidad y no nos cansaremos de  recordar todos estos apellidos que nos son propios. Ahí está también nuestra fuerza.



Hemos dicho que somos médicos de familia, somos rurales, somos comunitarios, somos la mejor garantía para una atención de calidad. Y es obligación de los gestores, de las administraciones y de los ayuntamientos, asegurar una atención de calidad con profesionales cualificados para ello.



La falta de profesionales se ha de suplir con estrategias innovadoras en gestión, con la colaboración de todos los recursos posibles en el ámbito rural, con todos los actores en salud, con la comunidad, evitando políticas cortoplacistas de cobertura de plazas. La innovación ha de permitir que las plazas sean atractivas. ¡Se puede!



No hay excusa, se han de buscar estrategias innovadoras de valor, y no seguir anclados en el actual modelo organizativo y de gestión.



Nuestra prioridad es asegurar la atención sanitaria de calidad.



Nuestra estrategia, la gestión basada en valor, incorporando cambios organizativos y estructurales que permitan cubrir las necesidades de los pacientes.



Nuestro deseo como médicos y médicas de familia es seguir atendiendo a nuestros pacientes, con la visión integral que nos caracteriza,  y la capacidad resolutiva que asegura la sostenibilidad del sistema.



Y como sociedad científica, con una larga trayectoria, cumplimos 40 años, tendemos la mano a las administraciones, a los gestores para aportar y ayudar a que los cambios se incorporen y sigamos manteniendo la práctica de la Medicina Familiar y Comunitaria de calidad y con calidad.